domingo, 14 de mayo de 2017

I Jornada de discusión sobre los Estudios del Trabajo en José C. Paz (pre-ASET). “Heterogeneidades socio-laborales en la región noroeste del Gran Buenos Aires” Universidad de Jose C Paz 8 de junio de 2017


Autores: Pedro Aboitiz INTA AMBA aboitiz.pedro@inta.gob.ar,  Alberto Ingles, Gonzalo Acuña, Carolina Vivas, Alfredo Rodriguez
Eje temático a problematizar:
·         Economía social; emprendedorismo; autogestión y asociativismo.
Objetivos de la actividad que se presenta, resultados alcanzados y relato de la experiencia
Se presenta el trabajo asociativo de un grupo de emprendedores vinculado a la    producción prestación  de servicios y   comercialización de plantas hortícolas . ornamentales de interior y exterior y al paisajismo.

El grupo  pretende fortalercer mediante trabajo colaborativo  la comercialización de plantas de calidad, de plantines horticolas para huertas familiares y educativas, producción de especies suculentas para techos verdes y jardines verticales . plantas nativas para uso ornamental y revegetacion de áreas naturales degradadas por acción del hombre.

Problemas:
Canales alternativos de comercialización Insuficiente desarrollo técnico. Falta implementar técnicas para la propagación de especies. Manejo inadecuado de plagas No hacen uso adecuado de agua y sustratos, Fallas en la gestión empresarial, No consiguen acceso al crédito Falta de mano de obra capacitada. Informalidad de la actividad

Oportunidades: 
Sostenida demanda  Aparición de nuevos nichos de mercado ( Nativas. Suculentas, Aromaticas etc)  Aumento de la demanda en Countrys y Barrios Cerrados Industrias .
El costo energético  va a tener un impacto importante en la planificación en el riego  
Encontrar  diferentes canales de ventas y nichos de mercado Lograr calidad de plantas con la gradual implementación de buenas practicas de manejo (BPA) para viveros.
Aumentar la escala de producción.


Se  espera lograr como resultado del trabajo grupal mejoras en  los procesos con  Buenas Practicas Agrícolas para viveros. Planificación de la producción. Incorporar especies no tradicionales de calidad Lograr nuevos  canales de comercialización. Generar nuevos puestos de trabajo Formalización del grupo . Acceder a fuentes de financiamiento para compras de  equipos de  riego, mangueras, aspersores, Nylon y media sombra para aumentar y reponer faltantes en invernáculos, Herramientas manuales para el mantenimiento general de los viveros, Macetas de diferentes tamaños, Bandejas multiceldas. Sustratos Equpamiento para hidroponía Folletos  para  comercialización y marketing.

jueves, 27 de abril de 2017

APORTE ECONOMICO DE LA COMUNIDAD BOLIVIANA EN ARGENTINA CON LA HORTICULTURA


APORTE ECONOMICO DE LA COMUNIDAD BOLIVIANA EN ARGENTINA CON LA HORTICULTURA

Ensalada mixta

 Por Julian Blejmar

La comunidad boliviana representa la segunda en importancia de acuerdo con datos de la Dirección Nacional de Migraciones. Suma cerca de 450.000 pedidos de radicación resueltos en los últimos 10 años y muchos otros “sin papeles” que, según fuentes del consulado boliviano y de la Organización Internacional para las Migraciones, podrían triplicar dicha cifra. Se calcula que alrededor del 65 por ciento tiene entre 18 y 40 años. Existen pocos estudios sobre la contribución de la comunidad boliviana a la economía argentina. Sin embargo, diversos trabajos enfocados en la horticultura exhiben su gran aporte en la producción de alimentos.
Más del 80 por ciento de las verduras y el 30 por ciento de las frutas que se consumen en el país proviene del trabajo boliviano, una de las pocas comunidades que está dispuesta a realizar este tipo de labor, por ser “muchas veces ingrata y muy desvalorizada socialmente”, señaló a Cash el ingeniero del INTA Pedro Aboitiz. En esta misma línea, la Federación de Productores Hortícolas de Buenos Aires (Fedeprohba) indica que en los últimos 15 años el aporte de los inmigrantes limítrofes a la horticultura –calculando que 70 por ciento son bolivianos– fue fundamental para la economía.
Aboitiz realizó uno de los estudios en los que detalla el intenso y coordinado trabajo de los bolivianos en la horticultura en Escobar y Pilar, partidos que junto a Moreno, La Plata y Florencio Varela representan el grueso de la producción dentro del Gran Buenos Aires. La horticultura estuvo durante décadas dominada por italianos y portugueses quienes a partir de la década del ’80, dejaron de trabajar sus propias tierras para contratar peones bolivianos. El sociólogo, investigador del Conicet y profesor de la UBA Roberto Benencia, uno de los mayores expertos en este tema, acuñó, por su parte, la denominación “Escalera hortícola boliviana” en un trabajo que realizó sobre la inserción de los bolivianos en el mercado de trabajo de la Argentina. Da cuenta del importante avance de esta comunidad sobre todo el eslabón productivo, así como su fuerte incorporación en los diferentes mercados de distribución de verduras. Según Benencia, durante los últimos veinte años los trabajadores bolivianos efectuaron un trayecto por el cual pasaron de peones a “medieros”. Es decir, aportar en las inversiones y recibir un 40 por ciento de los ingresos por la venta, para luego convertirse muchos de ellos en arrendatarios y luego propietarios.
Un trabajo del docente de la UNLP Martín García exhibe que a partir de 1995 los hortícolas bolivianos comenzaron a transitar de un modo de producción con preponderancia de elementos campesinos a otro capitalista. A partir de 2002 alcanzaron además la expansión en la comercialización. Por eso, no sorprende que de los cerca de 30.000 compradores que semanalmente se dirigen al Mercado Central, el 60 por ciento sea boliviano. Aboitiz explica que actualmente los bolivianos dedicados a la horticultura trabajan de forma sincronizada con todo su grupo familiar y otras redes de pertenencia, para lo cual pueden “importar” productos estacionales de una provincia a otra, logrando de esta forma una optimización de la oferta. Entre sus avances, este investigador resalta los varios invernaderos que trabajadores bolivianos provenientes de Tarija desarrollaron en La Plata, los cuales también les permiten ofertar sus productos sin depender de las oscilaciones climáticas.
Si bien los estudios se circunscriben a Buenos Aires, se sabe que este mismo fenómeno se repite en los cinturones verdes de Viedma, Río Cuarto, Mar del Plata, Bahía Blanca y Córdoba capital y en las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Santa Fe, Corrientes, Río Negro y Chubut.
El cónsul adjunto de Bolivia, Antonio Abal, señaló a Cash que, fuera de los estudios mencionados, son pocos los trabajos que miden el aporte económico de la comunidad boliviana, aunque se sabe que los principales rubros a los que se dedican, además de la horticultura, son la construcción, fundamentalmente en la costa atlántica, y el textil.

miércoles, 26 de abril de 2017

“ Migraciones en el Periurbano de Bs As y el acceso a la Tierra “

II Jornadas de Migraciones de la UNPAZJose C Paz, Provincia de Bs As 26 y 27 de abril  2017
Autores Jacqueline Bereterbide INTA  bereterbide.j@inta.gob.ar Pedro Aboitiz aboitiz.pedro@inta.gob.ar  INTA Marisa Nallino marisanallino@hotmail.com INTA Gustavo Raul Lattanzio lattanzio.gustavo@inta.gob.ar INTA
Eje temático Marcos normativos y Derechos.

Titulo “ Migraciones en el Periurbano de Bs As y el acceso a  la Tierra “

Introducción
Se presenta un   trabajo que pone la mirada en los  problemas del Acceso  a  la tierra para la producción de alimentos  por parte de los inmigrantes en el periurbano de Buenos Aires y tiene como objetivo  la necesidad de generar información y  conocimiento sobre esta problemática, analizando algunos de los cambios ocurridos en la tenencia de la tierra para la horticultura en el periurbano  durante los últimos  años
Los altos costos de transacción  dan lugar a que las transferencias de tierras por arrendamientos,  préstamo,  ventas y otros acuerdos no se registren o se lleven a cabo de manera informal que carecen de reconocimiento y protección oficial.

En algunos casos de desarrollos inmobiliarios que ocupan tierras agropoductivas .  los derechos de propiedad son ilegales, es decir, representan una infracción a la ley debido a  la conversión ilícita de tierras agrícolas para actividades urbanas




Dar a  conocer los  derechos al acceso a  la tierra  y saber lo que se debe hacer cuando se vulneran esos derecho  promueve  mejores condiciones para protegerse .
El presente trabajo  comprende el análisis de información primaria y secundaria: a) sistematización de la información sobre el acceso a  la tierra de los productores  (superficies de las actividades, orientaciones productivas, comercialización  de los productos, etc.) y  sus actividades productivas,  mediante dimensiones agroproductivas y socioeconómicas (nacionalidad del productor y su familia, organización del trabajo predial, uso del suelo, dotación de tierra y capital, forma de comercialización, historia laboral del productor, etc.).

Cinturón hortícola del Gran Buenos Aires
El cinturón verde de Buenos Aires se desarrolló durante el siglo XX por la presencia de productores campesinos  españoles e italianos y sus descendientes primero, y portugueses después, hasta que en los años setenta comenzaron a ser gradualmente remplazados por migrantes bolivianos que trabajaban como peones golondrina en otras regiones del país, y se instalaron en el periurbano de Buenos Aires
En los años setenta en el Partido de Escobar y seguidamente  arrendando tierras en  Pilar, Moreno , General Rodriguez y Lujan  “atraídos por la escasez de mano de obra en las quintas de los patrones portugueses”, conformándose desde allí un núcleo de difusión hacia el resto de la Región Metropolitana (Benencia, 2006 citado por Barsky y Vio, 2007).
Las dinámicas migratorias en las producciones periurbanas del AMBA, los sucesivos reemplazos generacionales, según las colectividades que los protagonizaron son:
A principio del siglo XX El cinturón de quintas estaban pasando el Riachuelo  y la actual Avda Gral Paz  por población de origen italiano y español.

En la década del 50  los portugueses pierden sus colonias en Aftica e irrumpen con fuerza en horticultura (Svetlitza de Nemirovsky, 2005 citado por Barsky, 2007).
En la década del setenta comienza un potente fenómeno de "bolivianización", cuando trabajadores de esa nacionalidad se incorporan en las quintas de los portugueses, reemplazándolos con el paso de los años (Barsky, 2007).
En la última década, la producción hortícola se despliega principalmente en la tercera corona, en cuñas remanentes de la segunda y comienzan a darse fenómenos incipientes en la cuarta corona (desde 25 km hasta más allá de 70 km desde el centro de la ciudad)  perdiendo la homogeneidad y su continuidad espacial del Cinturón Verde convirtiéndose en un archipiélago Verde (Julie Le Gall 2009).
El fuerte fenómeno de “bolivianización en red” que se ha producido sobre la periferia de Buenos Aires en las últimas tres décadas responde a diversas causas: a) el intenso carácter clánico de la migración boliviana, que mediante formas particulares de conchabo, relaciones intrafamiliares y de género entre sus integrantes les
ha permitido extenderse tanto en lo referido a la esfera de la producción como en la de la comercialización;
b) la acusada especialización en horticultura en fresco que experimentó el mercado argentino desde los años noventa; c) las notables transformaciones tecnológicas que permiten hoy en día un aprovechamiento mucho más intensivo del espacio físico, tanto bajo cubierta como al aire libre; d) el debilitamiento de la autoridad estatal de concentración de la comercialización hortícola (Mercado Central de Buenos Aires), que ha permitido un florecimiento de mercados secundarios en toda la Región Metropolitana; entre otros factores (Barsky y Vio, 2007).

En la década de 1990, con un tipo de cambio fuertemente sobrevaluado, se observó una pujante corriente inmigratoria boliviana que encontró un espacio de inserción en el mercado de trabajo hortícola en el periurbano de las grandes ciudades. En la actualidad se da el fenómeno inverso por el menor valor de la moneda argentina y la presión inmobiliaria, sumado a  los robos y una marcada discriminación que sufren
La llamada “bolivianización” de la horticultura en nuestro país marcan la trayectoria familiar de estos inmigrantes y  las redes comunitarias en las que trabajan  y los objetivos de capitalización que los impulsan.
Cabe señalar, el carácter de agricultura flexible y de trabajo informal  que caracteriza a la cultura ancestral de la comunidad Boliviana  donde se naturaliza  la autoexplotacion  de la propia familia
Estos productores son personas que realizan la producción en un campo que en la mayoría de los casos no son  de su propiedad y cuyo aporte a la producción es la mano de obra y un porcentaje del costo de algunos insumos para la producción (fertilizantes, semillas, plaguicidas). El que tiene a su cargo la tenencia de la tierra bajo la forma de  arrendatario ,  propietario o con algún derecho de posesión de la tierra ,    realiza las operaciones de preparación del suelo para la siembra y paga una parte del costo de los insumos.
En general la comercialización la realiza el titular  de la explotación. El porcentaje del valor económico de la producción que retiene cada parte, entre el Titular del Establecimiento o Patrón y el mediero se establece una relación que tiene  en cuenta el aporte que hace cada uno. Normalmente está en el orden del 30-40% para el mediero. Esta modalidad de trabajo no es exclusiva de la producción hortícola de esta subregión, ya que se ha difundido en otras regiones, especialmente en los últimos años. Los trabajadores de origen boliviano trabajan en su mayoría en este sistema de trabajo (Fernández Lozano, 2005).
La mediería en la horticultura bonaerense constituye una relación que se desplaza desde una relación dependiente de trabajo no salarial -ya que su remuneración es una proporción del valor de la venta de la producción y no un salario- a una sociedad capital-trabajo donde el mediero es un socio menor. En estos casos, igualmente marcados por la asimetría, el mediero puede realizar algún aporte, además de la fuerza de trabajo, desdibujándose la típica relación de trabajo dependiente (Benencia y Quaranta, 2003, citado por Benencia y otros, 2009).
En la actualidad se calculan que  existen 1.500 establecimientos hortícolas en torno a la ciudad de Buenos Aires (Censo Hortícola de la Provincia de Buenos Aires, 2005), lo que evidencia un crecimiento con respecto a la situación de inicios de los años 2000. Paralelamente, en el mejor de los casos, la superficie de estas unidades continúa estable. Estos procesos se asocian a la expansión de productores de origen boliviano que acceden a la tierra bajo la modalidad del arriendo y otros tipos de posesión .
A partir de la localidad de Escobar comienza el denominado Cinturón Hortícola del Gran Buenos Aires. Este cordón verde comprende a quince distritos de la provincia de Buenos Aires, que abarcan una superficie de 5.510 Km², con una población que es de más de 10 millones de personas. En esa zona la actividad hortícola es de aproximadamente 16.000 has, con 1.550 explotaciones hortícolas. Los partidos involucrados son: La Plata, Florencio Varela, Berazategui, Almirante Brown, Esteban Echeverría, La Matanza, Merlo, Cañuelas, General Rodríguez, Luján, Marcos Paz, Merlo y Moreno (Fernández Lozano, 2005).
El principal destino de la producción hortícola de esta zona es el consumo en fresco para el mercado interno, cuya comercialización se efectúa mayoritariamente a través de diversos mercados mayoristas ubicados en diferentes localidades del Gran Buenos Aires y La Plata y también mediante venta directa a los grandes supermercados. La producción hortícola de esta área se realizó desde siempre a campo. Hacia fines de los ´80 se comienza a usar el invernadero, con una notable expansión a partir de los ´90 (Fernández Lozano, 2005).
La horticultura de la región está caracterizada por tener un esquema de producción intensivo y altamente diversificado en cuanto a forma de producción y cantidad de especies que se cultivan. En la actualidad se pueden distinguir tres tipos de sistemas de producción hortícola:
a) Producción de hortalizas a campo (aire libre), solamente. El 40% de los productores.
b) Producción de hortalizas a campo y en invernáculo. El 55% de los productores adopta este tipo de sistema.
c) Producción de hortalizas con invernáculo, solamente. Alrededor del 5% de los productores.
d) La mayor superficie está ocupada por la producción a campo, no obstante la combinación campo-invernáculo es la más representativa ya que incluye a la mayor proporción de los productores de la subregión. Las explotaciones promedio de la zona tienen una superficie de 5 a 20 hectáreas, destinadas a la producción de hortalizas, utilizando un 10% de la misma al cultivo bajo invernáculo (Fernández Lozano, 2005).
Casi el 40% de los establecimientos tienen como responsables de la gestión del proceso productivo a “medieros”.

Régimen de tenencia de la tierra
Los productores hortícolas  logran el acceso a  la tierra por distintas maneras ,  arrendamiento formal muchas veces sin firmar contratos  , en pocos casos con firma de  contrato en comodato Hay casos con permiso no escrito del municipio en terrenos fiscales en muy pocos casos por compra de la tierra  También existente  sistemas informales de tenencia de la Tierra con algún tipo de  derecho de posesión

El análisis de los datos relevados  permite ver el estado de precarización en cuanto a tenencia de tierra de los productores hortícolas , solo en el estrato de más de 5 ha con frutilla, se puede ver que aparece el arrendamiento como forma prioritaria, esto puede deberse a que los productores que cultivan frutilla, por el capital que invierten en el cultivo deben tener una forma más estable de tenencia de tierra. En los estratos menores a 5 ha se puede observar una predominancia general a la tenencia en ocupación con distintos tipos de posesión de la Tierra . Siendo mucho menor el arrendamiento y casi inexistente con título de propiedad  con escritura pública.
Según García y Mierez (2009), los cultivos de fruto (planteado así en el caso del tomate y berenjena ) como cultivos de gran inversión, conlleva riesgos y sus ingresos son generados en un plazo mediano. Por tal razón, estos cultivos son entendidos como una retribución al capital (ganancia) y los cultivos de hoja un pago al trabajo (salario). Mientras este último se destina a la adquisición de bienes de consumo, los excedentes del tomate se utilizan en forma de inversión para la reproducción ampliada de la quinta.
El análisis de los datos permite observar que predominan los Establecimientos  que combinan trabajo familiar con asalariados transitorios en casi todos los estratos.
En cuanto a la cantidad de productores por lugar de procedencia, historia agropecuaria, según estrato; lo que puede verse es que la mayoría de los productores son de la provincia de Potosí, lugar donde los suelos tienen baja fertilidad y la producción se torna muy hostil. La mayoría de los productores se dedicaban ellos o su familia a la actividad agropecuaria y que todas sus experiencias laborales fueron vinculadas al sector agropecuario campesino .

Comercialización
En la actualidad, un porcentaje significativo de los canales de comercialización hortícolas de Buenos Aires están bajo influencia o control de los migrantes bolivianos. Inclusive, se ha registrado un creciente manejo de los comercios de verduras en verdulerías como puestos dentro de los Supermercados chinos, cubriendo el circuito completo producción-circulación-venta (Barsky y Vio, 2007).

En términos generales, se puede hablar de  tres formas de comercialización mayorista : en el Mercado Central, en mercados locales o regionales o mediante intermediarios.
En el ultimo año esta tomando impulso la venta de bolsones de verduras.
Bastantes   productores posean o comparten puestos en mercados locales y además  realizan repartos a verdulerías locales . Esto es debido a que los productores no pueden costearlos, por los cultivos que realizan. En los estratos con frutilla de más de 5 ha todos los productores poseen puesto en mercados locales o regionales. Los productores  de menor superficie se dan ambos casos: productores con puestos en mercados y productores que no lo poseen.
Existe  la venta directa en el campo y en ferias y en  comercios minoristas.

El poco alcance  de la autoridad estatal del transporte,  concentración y  comercialización hortícola,  con escasos mecanismos de control .

Escalera Bolviana
Muchos productores  bolivianos se inician  como peón o tantero, y con el consecuente aprendizaje pasaban a medieros para luego terminar como Patrón en lo que Benencia llama la Escalera Boliviana
El primer estrato sería el de asalariado, compuesto por migrantes recién llegados a la región, cuyo único factor de producción disponible es su mano de obra. El segundo estrato sería el de trabajador-mediero, caracterizado por un migrante y su familia que, a cambio de aportar toda su mano de obra, “acuerdan” con el patrón recibir un porcentaje de la producción.
El tercer estrato es el que pasa a ser  “ patrón”  que es el que tiene el derecho de  posesión de la tierra como productor arrendatario ( en pocos casos propietario) , en donde el migrante no solo adquirió conocimientos para gestionar una quinta, sino de capital para alquilar o adquirir  en pocos casos una tierra y ponerse a producir. De esta manera, se engloba como trabajadores tanto a peones como a medieros, obteniendo el primero sus ingresos de un salario y el segundo de un porcentaje de las ventas (García, 2011).
En la mayoría de los establecimientos  combinan trabajo familiar con asalariados transitorios
La figura del peón asalariado o aparcero precario cuasi-asalariado   ha sido remplazada por el  primer escalón en el proceso que suelen recorrer los inmigrantes bolivianos en la actividad hortícola denominda “Escalera Boliviana” ( Benencia) y el mediero es el segundo nivel  que surgen  de las  redes familiares existentes

Los  procesos de producción   obedecen  a diversas causas: a) Las fuertes redes familiares  de la migración boliviana; b) la acusada especialización en horticultura en fresco de verdura de hoja, Tomate , Morrón y Frutilla  ; c) las notables transformaciones tecnológicas que permiten un aprovechamiento mucho más intensivo del espacio físico a través de los invernáculos .

El acceso a la Tierra en el Periurbano de Buenos Aires
Analizando conjuntamente las formas de acceso a la tierra, las dotaciones de capital disponible , los productores hortícolas del Periurbano  presentan una diversidad de escalas económicas dentro de un contexto de organización predominantemente familiar. Conocido como trabajo-intensivas o capital-intensivas, con uso intensivo de recursos
En resumen, hay en la Argentina una horticultura que conforma los llamados “cinturones” o “archipiélagos” de las grandes ciudades que producen hortalizas para consumo en fresco y algunos casos de producciones especializadas.
Este tipo de horticultura, que se hacía usualmente a campo por parte de productores familiares descendientes de inmigrantes europeos o japoneses, desde las últimas décadas ha incorporado a horticultores bolivianos y el cultivo bajo cubierta en invernáculos y microtuneles . Además, junto a la figura del productor propietario, se encuentran las del mediero y la del arrendatario/ocupante.
En la actualidad, en el periurbano hortícola crece  principalmente en la tercera corona y en cuñas remanentes de la segunda y comienzan a darse fenómenos de periurbanización incipientes en la cuarta corona (Barsky, 2007).
 Los lugares de donde provienen mayoritariamente los horticultores en el Norte y Oeste son el sur del altiplano (Potosí) y en La Plata son mayormente de  los valles andinos (Tarija, Oruro)  .
Proveniente del pueblo de Saropalca   de Potosi se ubicaron en los Municipios Pilar Moreno y General Rodriguez , instalándose en el Mercado de Moron que lleva el nombre de Saropalca y teniendo su propia sede social y de deportes en el Limite de Pilar y Moreno

Un problema significativo es la cuestión de la tenencia de la tierra Benencia (2006) señala que, de acuerdo al Censo Hortícola de la Provincia de Buenos Aires 2001, en la Región Metropolitana el 39,2% de los quinteros era boliviano y que el 88 % trabajaba en carácter de arrendatario, mientras que 12% lo hacía en carácter de propietario de la tierra. Los bolivianos han extendido su actividad en el marco de una fuerte reducción general de la superficie y número de explotaciones hortícolas registradas en las últimas dos décadas (Barsky y Vio, 2007).

La expansión urbana y los nuevos usos de los territorios rurales transformaron la configuración espacial de las zonas rurales en torno al área metropolitana bonaerense. En comparación con la situación registrada a fines de la década de los ochenta, se observa una caída de la mitad de los establecimientos y de algo más de 1/3 de la superficie (Benencia y otros, 2009). Esta disminución de la superficie que producen fue compensado con el uso de invernáculos con rendimientos muchos mayores por m2

La organización social de la producción hortícola experimentó una profunda transformación asociada a la difusión de la mediería como forma social y relación de trabajo, y a la difusión del cultivo bajo cubierta, dedicado principalmente a la producción de pimientos y tomates (Benencia y otros, 2009).
En la actualidad, el ciclo de “bolivianización” está en una etapa de madurez y consolidación, en el sentido de que los bolivianos controlan gran parte de la producción y comercialización hortícolas del periurbano y el medio urbano (Barsky, 2007). Es de notar que algunos productores de origen boliviano se están pasando a la Floricultura  , principalmente plantas ornamentales , por no depender esta actividad del Tractor


CONCLUSIONES
Puede extraerse del conjunto de la información bibliográfi ca y documental consultada, es que en las últimas décadas el “cinturón hortícola bonaerense” además de desplazarse al compás de la expansión de la envolvente urbana, presenta un carácter discontinuo o localizado en uno o varios de los también llamados cinturones del Gran Buenos Aires.
Todavía un predominio numérico de los productores con  tenencia precaria de la tierra En general, puede decirse que el número de productores se ha incrementado mientras la superficie hortícola total disminuye, pero, aumentando notablemente el rendimiento  por Ha con   el aumento  los cultivos más intensivos (frutilla en microtunel , tomate y berenjena bajo invernáculo )

La llamada “escalera boliviana” aparece  de forma fragmentaria, a partir de escalones “intermedios” y sin alcanzar el status legal de propietarios. Con la excepción de los establecimientos  superiores a las 5 ha cultivadas que han accedido al arrendamiento formal , el rest se trata de regímenes precarios como es el de la ocupación.
Considerando conjuntamente las formas de acceso a la tierra (ocupación o arrendamiento), las dotaciones de capital disponible y las relaciones sociales al interior de los establecimientos hortícolas ; los productores presentan una diversidad de escalas económicas y de orientaciones productivas dentro de un contexto de organización social predominantemente familiar
BIBLIOGRAFIA
Barsky, Gestionando la diversidad del Territorio Periurbano 2013.
Barsky y Vio, 2007  La problemática del Ordenamiento territorial en los cinturones verdes periurbanos
Benencia y Quaranta, 2003 Escalera Boliviana
Fernández Lozano, 2005. Informe del Mercado Central
García y Mierez  2009, El rol de los horicultores Bolivianos
García, 2011.El cinturón hortícola Platense
Julie Legall 2007 Reestructuraciones de las periferias hortícolas de Buenos Aires y modelos espaciales ¿ Un archipiélago verde ?
Svetlitza de Nemirovsky, 2005 . Globalizacion  y Agricultura Periurbana en la Argentina  



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